Otro día que pasa, otra ocasión perfecta para lanzar un CD al reproductor y observar con deteneidad los hit y misses de los directores de ayer y hoy. Continuamos con la onda Beatle, más bien, con uno de ellos. Si algo es cierto es que la noche del 8 de diciembre de 1980 fue una terrible y trágica, no solo para los amantes de la música, sino para cualquier niño, joven, adulto o anciano de toda la humanidad. Un hombre, un cantante, una leyenda llega a la inmortalidad de manera abrupta y violenta. La muerte de John Lennon ha sido tema sombrío principalmente en los documentales sobre su vida, en los cuales no logran capturar muy bien el motivo por el que se suscito el evento y, mucho menos, adentrarse en la vida y en la mente de la persona que lo hizo, alguien que para una gran mayoría de las personas representa una paria, un engendro de la sociedad.
El director Jarrett Schaeffer logro una decente adaptación del libro "Let Me Take You Down" de Jack Jones, trazando la problemática función de Mark David Chapman, asesino de Lennon, en la película "Chapter 27". No nos podíamos imaginar a alguien que pudiera mostrarse de manera tan controversial, y en eso entra a escena Jared Leto (Requiem for a Dream, y también cantante de 40 Seconds to Mars), quien engordo mas de 30 kilos para parecerse mas al obeso Chapman. La historia nos remonta a los últimos tres días de la vida de John Lennon, cuando Chapman deja Hawaii para embarcarse en una jornada que cambiaria el ritmo de todos. Su obsesión por Lennon y los Beatles es tal que no deja pasar día y noche sin realizar su cometido pero varios obstáculos se presentan. Solo una entrevista en Playboy de John reitera su decisión de convertirse en el héroe de su libro favorito, "El Guardián entre el centeno" y eliminar a la persona que el creía que era la mas falsa en la faz de la tierra. Como un extraño plus a la trama, entran las fans que se agolpan al Dakota para echar un vistazo a Lennon, entre ellos Lindsay Lohan, quien hace un buen intento de demostrar como la gente se podía haber sentido alienada en torno a la personalidad extraña de Chapman. Sin duda un viaje psicológico a la mente de uno de los hombres mas odiados de todos los tiempos.
De lo bueno pasamos a dos niveles altos y bajos. Habíamos dicho anteriormente que no nos íbamos a quedar sin hacer relevancia a tanto lo bueno como lo malo y aquí lo tenemos. Empezamos con las buenas noticias, directamente desde Francia...hace unos 30 años apenas. El cinematógrafo Claude Lelouch proyecto una oda al amor, a la emoción natural que desenvuelve en un torbellino de pasión, de una manera tan clásica y elegante que con esas buenas razones se mereció el premio principal en Festival de Cine de Cannes del 66. Dos personas, Anne (Anouk Aimée) y Jean-Louis (Jean-Louis Trintignant), ambos con historia en trabajos interesantes (guionista y piloto de carros respectivamente). También ambos con hijos en el internado de Deauville y con penas en corazón: Anne perdió a su esposo, doble de películas de acción, durante uno de sus papeles y la esposa de Jean-Louis prefirió quitarse su vida ante la posible muerte del piloto luego de un accidente de carreras. Las responsabilidades con la paternidad y con sus trabajos los unen para de repente entregarse al amor, pero sentimientos de culpa impiden el consumo de la relación, solo para retomar el camino en un inesperado giro de eventos. La dirección de "Un Hombre y Una Mujer" es simplemente impecable, toda chic y en tonos sepia, color y blanco y negro, para acentuar la historia, los antecedentes y las repercusiones. Le da un toque diferente a la casual historia de amor que siempre llega al mismo destino.
Si eso fue lo bueno, ¿que será lo malo? No fue exactamente malo, sino que es algo que comúnmente llamas "placer culposo". Es decir, algo que sabes que es malo pero que tiene ese something extra que nos atrae inevitablemente. ¿Que tienes cuando combinas a Olivia Newton-John, Electric Light Orchestra, un anciano Gene Kelly, patines, California, quasi-disco rock, y algo de glitz? Si, eso mismo, XANADU!. Los realizadores de esta película evidentemente no sabían que la onda disco iba a desaparecer al principio de los ochenta (bueno, fue escrita en la cúspide del movimiento, en 1979) pero desde la actuación tosca de Livvy hasta las elaboradas coreografías podían indicar que era una película destinada al desastre financiero en el box office. Y la historia? Mucho peor: Sonny (Michael Beck) es un diseñador de discos que no encuentra inspiración y pasa ronchas con su jefe. De forma repentina, es sorprendido por una mujer patinadora que lo besa y se aleja, dejándolo bastante trastornado, aun mas cuando la encuentra en una portada de discos que el mismo diseño. Resulta ser Kira (Olivia), una de las 9 musas, hijas de Zeus, cuyo plan era preciso: unir a Sonny con un gastado flautista de los 40, Danny McGuire (Gene Kelly, en su última película antes de morir). En el espíritu de las fiestas de antaño, deciden construir un nightclub de nombre Xanadu, mientras su historia de amor inocente se volvía aun mas intensa, con las canciones de Olivia y ELO como fondo (El soundtrack es excelente, lo siento). Aunque al final se descubre el paradero de la musa, todo vuelve a la normalidad al inaugurarse el club con una majestuosa producción, y a pesar que uno de los mejores momentos de la película fue el hibrido big band-new wave de Olivia con The Tubes en "Dancin'", Xanadu es solo para aquellos que estén dispuestos a no tomarse el cine muy en serio y reírse a lo ridículo que podría resultar. Si hay algo de champaña para entenderlo y no dejar de verlo, mucho mejor.
Si eso fue lo bueno, ¿que será lo malo? No fue exactamente malo, sino que es algo que comúnmente llamas "placer culposo". Es decir, algo que sabes que es malo pero que tiene ese something extra que nos atrae inevitablemente. ¿Que tienes cuando combinas a Olivia Newton-John, Electric Light Orchestra, un anciano Gene Kelly, patines, California, quasi-disco rock, y algo de glitz? Si, eso mismo, XANADU!. Los realizadores de esta película evidentemente no sabían que la onda disco iba a desaparecer al principio de los ochenta (bueno, fue escrita en la cúspide del movimiento, en 1979) pero desde la actuación tosca de Livvy hasta las elaboradas coreografías podían indicar que era una película destinada al desastre financiero en el box office. Y la historia? Mucho peor: Sonny (Michael Beck) es un diseñador de discos que no encuentra inspiración y pasa ronchas con su jefe. De forma repentina, es sorprendido por una mujer patinadora que lo besa y se aleja, dejándolo bastante trastornado, aun mas cuando la encuentra en una portada de discos que el mismo diseño. Resulta ser Kira (Olivia), una de las 9 musas, hijas de Zeus, cuyo plan era preciso: unir a Sonny con un gastado flautista de los 40, Danny McGuire (Gene Kelly, en su última película antes de morir). En el espíritu de las fiestas de antaño, deciden construir un nightclub de nombre Xanadu, mientras su historia de amor inocente se volvía aun mas intensa, con las canciones de Olivia y ELO como fondo (El soundtrack es excelente, lo siento). Aunque al final se descubre el paradero de la musa, todo vuelve a la normalidad al inaugurarse el club con una majestuosa producción, y a pesar que uno de los mejores momentos de la película fue el hibrido big band-new wave de Olivia con The Tubes en "Dancin'", Xanadu es solo para aquellos que estén dispuestos a no tomarse el cine muy en serio y reírse a lo ridículo que podría resultar. Si hay algo de champaña para entenderlo y no dejar de verlo, mucho mejor.
"A place, where nobody dared to go,
the love that we came to know, they called it XANADUUUUUUU"
2 comments:
A A A A A A A A A A Necesito ver "Chapter 27".
Chapter 27??... Te juro que solo habia visto las fotos de la grabacion, pero como no escuché mas pense que se habia quedado en las videotecas de algun estudio capitalista -se me sale el revolucionario-
Hey... psstt... Es 30 Seconds to Mars...
O eras sarcastico?
Luchi*cha
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