THE A-TEAM (Atípico)

OK...creo que me levanté de la cama con deseos de romper la rutina en este blog, de shockear a la audiencia con un tópico aun mas personal que el anterior. Veo que ha sido la tendencia, y siempre lo será mientras existan los blogs, aunque algunos sean mas diversificados y especializados que otros, pero aun así, hay momentos en los que no se puede evitar imprimirle el toque individual, con tal de que no aliene a los demas.

El escenario fue este fin, bastante loco, de carnaval. Sin temor, despedí a mi mamá para adentrarme en lo que seria toda una revolución de mi mente para poder caer en la situación en la que estoy, o en la que me acabo de dar cuenta. Me agradó ver en una misma habitacion a personas que quiero y que me agradan, ademas de gente nueva de las cuales me han remitido. Además me animaron muchos los planes trazados para disfrutar las últimas gotas de la ley seca (la cual nunca se dio, en lo que a mi se refiere). Sin embargo, apenas entrada la mañana del sábado, mi mente empezó a actuar de manera inversa: lo que al principio era diversión, se convirtió en actuación robot, obligación moral, porque no me quedaba mas que hacer que cumplir con los designios de la mayoria de la gente persente sin animo alguno de mi parte. Nadie me obligó, solo fui yo.

Me recordé de una conversación que tuve con una buena amiga pocas horas antes, de como le era dificil y hasta "raro" no estar en un plan de grupo, sino todo el mundo emparejado menos ella y yo, quienes se reconfortaban con un picante extra topping de ron. Llegue a pensar que todo lo que me dijo tenia sentido en mi tambien. Asímismo, la actuación desenvuelta de las otras personas hicieron la similitud de cuando uno exprime la ropa para extraerle hasta la ultima gota de jabon. De esa manera estaba yo, casi exprimido hasta poder decir una sola palabra de mi boca, solo una persona que me conoce bien sabia toda la historia, aun sin yo habersela contado. No se necesitaban palabras.

Vino el sol y hasta la tarde no hicimos más nada. El efecto claustrofóbico empezó a asustar a algunos, asi que nos vestimos y nos contagiamos en cierto modo con la actitud carnavalezca de esta época. A medida que iba pasando el día, en medio de comidas sustanciosas, visitas a tiendas, corriendo entre la multitud y la muchedumbre del metro, mi retención iba aumentando. No podía contenerla pero aun asi tampoco me la explicaba, ya que generalmente no actuo como tal. La presencia de mas licor en la escena tampoco ayudaba, mas bien los glu-glus intensificaban mi incomodez, hasta el punto que uno de mis amigos, el que me conoce bien, sabia exactamente que me pasaba, otra vez le sobraban las silabas para describirme (Creo que tiene un complejo de nostradamus, predice todo y lo peor es que no muchas veces le hago caso jeje...sorry)

De nuevo fuimos a parar a donde todo comenzó. Mas retención, mas licor, y cada vez mas preocupación por mi hora de llegada a mi casa. Ya era tarde y estaba en camino. Al arribar, estaba a punto de desahogarme, de explicarme, de hacerme entender con urgencia porque no soy asi. Por varias horas más, de dormir y despertar, tenia esas ansias de eso, hasta que llegó un amigo y le hice esa pregunta que nunca me vi hacer: ¿Crees que soy atípico?. Hasta en el MSN, las emociones se hacen sentir. Le hice el mismo cuestionario a varios contactos confiables mas, y todo se reducia a una simple respuesta: DUH!. Un amigo aun más especial me aseguró que esa diferencia, que me hacia unico, era algo de ser orgulloso. No pude coincidir aun más. Definitivamente soy una persona atípica, dentro de mi familia, dentro de mis amistades, dentro de mi entorno social. Es un sentimiento que me ha acompañado en mi infancia y que creo que me acompañará durante el resto de mi existencia. ¿Sere feliz asi? No. ¿Sere infeliz asi? Mucho menos. Solo sere así y punto, y las personas que me estiman y me quieren tienen que respetar esos momentos incomodos, por tan inprevistos o dificiles que sean.